|
(PRIMER NÚMERO)
Hay en el circo algo de ilusión y mucho de magia. Este espacio reúne lo marginal y lo grotesco, el amor del trapecista por el vacío y del niño por la fiera. Así también existen versiones modernas que apuestan por un impacto efímero mientras los segundos de un semáforo desaparecen con la luz roja. O el circo social, que mientras enseña los trucos redescubre valores de cooperación, seguridad y fraternidad en personas formadas por la inclemencia. Por ello este primer aullido del 2008 viene cargado de suertes, saltos mortales y carcajadas robadas por payasos tristes. |
(SEGUNDO NÚMERO)
Las Tribus presentan con bombo, platillo y redobles, la experiencia de Cirko DeMente, un proyecto que fusiona las artes escénicas con el circo tradicional. Conoce en Palabras Corpóreas el interés de un puñado de jóvenes, autonombrados locos, por la práctica del circo contemporáneo y el redescubrimiento del cuerpo.
(TERCER NÚMERO)
En la inauguración del género periodístico, crónica poética, Mitos del Caos se lanza, sin red de por medio a describir las peripecias de tres personajes y su amaestrado cuarto elemento, el fuego. Ellos diariamente se instalan con aclamaciones sobre el asfalto de Coyoacán, mientras el sol depone los ojos en El circo que arde de noche.
(CUARTO NÚMERO)
Crónicas Peregrinas enciende la parafernalia del semáforo, las luces más amadas y odiadas por los conductores, para presentar En la carpa de concreto a un trío Clown, sus malabares de fantasía y un público que le es fiel mientras la luz roja dure.
(QUINTO NÚMERO)
Mi Obra Visual ajusta los reflectores como en las mejores noches de gala y recibe la gráfica de un artista plástico coyoacanense que ha trascendido las barreras de lo global: Armando Romero. Él esculpe y pinta con desparpajo, raya frases y recados, su obra está cargada de irreverencia. Como la escultura del Ángel de los payasos, obra en la que trabaja actualmente para un edificio corporativo, y que sin ser angelical, recubre su mármol con detalles de graffiti y nombres de luchadores. Primicia del Coyote.
(SEXTO NÚMERO)
Esperamos que el recorrido por los circos de esta pradera resulte una invitación para conocerlos a fondo y mirar a las personas que se dedican a este hermoso viejo oficio como verdaderos artistas, con la habilidad de elevar una emoción al máximo y dar saltos mortales al corazón.
|
|
|
|