EL MITO DE TLÁLOC |
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Por Guillermo Samperio |
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En la oscuridad profunda del silencio surgen la serpiente blanca y la negra; se contorsionan y enredan constantemente buscando un pasaje en sí mismas o una manera de fundir sus fuerzas para dar con la luminosidad que le otorgue una razón a su movimiento incesante. En esa circunstancia se encuentran desde un principio, el cual no puede ubicarse en el espacio imposible, y aún es dudoso que hubiera un comienzo, pues todo sugiere que son las serpientes de la eterna necesidad por crear lo perecedero. |
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En su constante entremezclamiento, van formando símbolos diversos que han producido un silencioso lenguaje infinito en el que algunas tramas de signos se repiten sólo en el azar de un tiempo largo : una mitología, historias inexistentes, ojos que no desean mirar en la nada, aguas que sólo humedecen en la reflexión y el pensamiento, bocas que no profieren pero que, desde tiempo inmemorial, están ansiosas por cantar un mundo de objetos, animales y Entes que se diluya y reaparezca en un juego de asombros y tedios breves hasta volver, en un distante lapso, a la profunda oscuridad. En un golpe de descuido, luego de una serie de giros complejos, se fue tejiendo un mensaje novedoso, nunca antes formulado en aquel lenguaje infinito, hasta que las sierpes, sin detener el agitar de sus cuerpos, juntaron sus hocicos y en el centro mismo de sus miradas surgió la idea de un hombre con esencia de reptil. A los brazos de la figura humana se creó la idea de una guitarra que entonaría una sirena. |
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Cuando por fin sonaron los primeros acordes y la voz oval rompió el mutismo cósmico, un punto lejano de luz apareció, creció, se expandió y vino el primer día. La serpiente blanca y la negra se transparentaron hasta diluirse en el nuevo cielo azul; quedaron sutilmente unidas en los filamentos más sensibles de aquellos seres fundamentales que se daban a la tarea de inventar el canto, el amor, la vida y el sueño. |
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Samperio es escritor, ha ganado premios nacionales e internacionales, columnista, y vecino de Coyoacán, hoy colabora con un cuento inédito para el disfrute de los lectores |